Fruto inmediato del espíritu sacerdotal del Instituto es nuestro trabajo apostólico, que se lleva a cabo en colaboración con los sacerdotes dentro de las distintas actividades parroquiales.
Colaboramos en la animación de las Misas, en la preparación de las celebraciones y en la formación de monaguillos, lectores y grupos litúrgicos.
Como catequistas, acompañamos a niños, jóvenes y adultos en su camino de fe, preparándolos para los sacramentos y ayudándolos a descubrir y vivir el Evangelio.
Acompañamos y apoyamos a los niños, especialmente a aquellos en dificultad, ofreciéndoles un espacio de aprendizaje, formación y afecto.
Ofrecemos orientación espiritual y humana a los jóvenes, ayudándolos a descubrir su vocación y vivir los valores cristianos en un mundo desafiante.
Acompañamos a las familias en sus dificultades diarias, promoviendo la unidad, la fe y el amor en el hogar como base fundamental de la comunidad cristiana.
Llevamos consuelo, escucha y la presencia de Jesús Eucaristía a los enfermos y a los ancianos, sosteniéndolos en la fe y la esperanza en los momentos de fragilidad.
Con dedicación y amor, nuestro compromiso pastoral está orientado a servir a las comunidades parroquiales, promoviendo la fe, la esperanza y la caridad a través de diversas actividades. Cada servicio está diseñado para responder a las necesidades espirituales, educativas y humanas de niños, jóvenes, familias, enfermos y ancianos.
Con la ayuda de Dios, deseamos ser un signo de luz y esperanza para todas las personas que encontramos en nuestro camino.